

Pues ocurre que a veces nos descuidamos y no prestamos atención al interior de los cuadros, y no los abrimos de vez en cuando. Los abrimos sólo cuando tenemos algún problema, y entonces, ya era tarde.
Como podemos comprobar en las imágenes, se ha colado agua dentro de los cuadros y no veas el problema que ha causado: los tornillos que sujetan el embarrado sulfatados, corrosión en el interior, la ventilación forzada estropeada, etc.
Deberíamos planificar el mantenimiento de los cuadros con un simple checklist: comprobar aprietes de todos los bornes, comprobar el funcionamiento correcto de los elementos que lo conforman, comprobar la ventilación del mismo, limpiarlo si es necesario y, como en este caso, verificar que no "hace aguas". ¿no?.











