ARTÍCULO Nº75: un claro ejemplo mecánico donde la correcta alineación es imprecindible.

Tenemos un motor eléctrico, un ventilador (soplante, turbina o como quieran llamarlo), dos rodamientos de rodillos cónicos de doble hilera y sus correspondientes poleas para la transmisión.
Pues bien, este es mejor ejemplo donde si nos equivocamos y no alineamos correctamente los equipos, tendremos muchos problemas y los rodamientos nos durarán un asalto.
Tenemos que preocuparnos más sobre la alineación de nuestros equipos: motores eléctricos, soplantes, turbinas, reductores y variadores de velocidad... La mayoría de las veces los problemas vienen por este motivo.
Yo suelo hacer una pregunta a los demás ¿cómo te alinearon el equipo?...y la respuesta es ¡Ni idea!. Siempre me lo hace el del taller (pero nunca nos hemos preocupado como lo hacen).

ARTÍCULO Nº74: los respiraderos siguen siendo el mayor problema de contaminación de los equipos.

Pues sí, ya lo he dicho en otros artículos: los respiraderos, al no tener filtros de partículas ni de humedad, entran en los sistemas y los degradan rápidamente. Pongo otra foto más como ejemplo: El tapón derecho de este sistema hidráulico es una entrada constante de elementos no deseados en el aceite. Las tolerancias en los sistemas hidráulicos son muy pequeñas y unido a que son enemigos de la humedad, se aceleran la oxidación del aceite y el envejecimiento prematuro de nuestros equipos productivos.

Solución: como ya he dicho, poner filtros y no respiraderos del siglo pasado.

ARTÍCULO Nº73: " cuidado, recién pintado"...

Le dice el Jefe de Mantenimiento al operario: coge una brocha y pintura gris y pinta el motor eléctrico...

Pues dicho y hecho, el operario fue y pintó el motor eléctrico, "INCLUIDA LA PLACA DE CARACTERÍSTICAS". Lógico, si no le especificas que hay elementos que no debe pintar, los pintan. Poco menos hay que darlo por escrito.

Por cierto, te das cuenta cuando necesitas un dato de rpm, V, A, etc., y consultas la placa.

Pues las cosas claras y el chocolate espeso.

ARTÍCULO Nº72: ¿de dónde salió este recipiente?.

Pues no sé porqué se siguen utilizando estos recipientes. No se identifican con ningún nombre y aunque sirvan para poner aceite:
1.- Si se derrama el aceite, no tenemos nada para evitar el derrame.
2.- Contaminaremos el medio ambiente.
3.- No está identificado el recipiente.
4.- Lo utilizamos para todo, contaminándolo con todo tipo de líquidos.
5.- No es apto ni debemos utilizarlo en ningún caso relacionado con aceites ni grasas.


Toma nota...

ARTÍCULO Nº71: cuidadín con los sellos.

Bueno, esta es una práctica usada comúmmente en mantenimiento. Sellar las juntas es algo habitual, sólo que por ser habitual a veces puede ser contraproducente no hacerlo bien.
Me explico: tenemos la caja de engranajes de la foto y podemos observar que el exceso de sello, sale por fuera y NO PASA NADA. OK, ¿y por dentro?. ¿No te has parado a pensar que ocurre?. Pues te lo voy a decir Yo. Los sellos suelen contener siliconas. Las siliconas al entrar en contacto con los aceites provocan espuma. La espuma es aire. Entre engranajes ya no tendremos aceite, sino aire y el contacto metal-metal entre los engranajes será inevitable. Todo ello se traducirá en DESGASTE.
Así que en este caso: EXCESO DE SELLO = DESGASTE = FALLO DEL EQUIPO.
CUIDADÍN.

ARTÍCULO Nº70: la falta de formación y, a veces la falta de medios, nos acarrean muchos problemas.

Si les cuento las malas prácticas que soy capaz de enumerar, no terminaría nunca este blog. La falta de formación y la despreocupación del personal de mantenimiento en materia de lubricación, es increible. Los aceites y las grasas se contaminan (por no decir las contaminamos), y consecuentemente los equipos (reductores de velocidad, variadores de velocidad mecánicos, sistemas hidráulicos, cajas de engranajes, reenvíos, etc.
Ni un embudo lleno de porquería, ni dejar abierta la entrada al bidón de aceite parecen buenas prácticas en la lubricación.
¿Que qué podemos hacer entonces?. Antes, durante y después de trasvasar aceite debemos tapar lo mejor posible el orificio del bidón para evitar en la medida de lo posible la entrada de contaminantes, como agua o silicio. ¿Y con el embudo qué hacemos?. Pues limpiarlo como se merece y utilizar sólo uno para cada tipo de aceite, limpiarlo antes y después de usarlo así como identificar cada uno de ellos para no mezclar aceites.
Así pues, debemos evitar las malas prácticas a toda costa.